Carnes de Navidad: Carrillada de cerdo a la calabaza

La calabaza es una de esas verduras que nos cuesta trabajo incorporar a una receta. Habitualmente la hacemos en puré o en fritos, dejando pasar un montón de posibilidades que nos ofrece un producto como este. Combinada con carne la calabaza resulta de lo más exquisita, como es el caso de la receta de Navidad que proponemos en esta ocasión: carrillada de cerdo con calabaza.

Carrillada de cerdo lista para empezar a cocinar

Ya sabéis que los carniceros y pescaderos son nuestros mejores amigos en la cocina, así que pedirle que os deje las carrilleras preparadas para guisar y así aprovecharemos más el tiempo. Las salamos y enharinamos ligeramente y colocamos en una olla con aceite de oliva y el laurel para marcarlas. Picamos las hortalizas y las añadimos una vez que la carne está dorada. Aquí es cuando se nos plantea la posibilidad de incorporar la calabaza o reservarla para hacer luego otra salsa.

Mezclamos las hortalizas con la carrillada para que se vayan uniendo los sabores e incorporamos el vino y el agua para que se empiece a guisar la carne. Tapamos y dejamos que se haga durante una media hora o hasta que veamos que la carne queda tierna.

Dos posibilidades

Al retirar de la cocina separamos la salsa de la carne y hay que proceder en función de lo que hayamos decidido hacer con la calabaza. Si ya la hemos cocinado pasaremos por una batidora la salsa para que quede fina y la servimos acompañando a la carne.

Salsa de calabaza

Si hemos reservado la calabaza haremos su propia salsa y podremos aprovechar la otra para otro día. Pelamos y partimos en trozos la calabaza y la metemos al horno precalentado a 180º y con un generoso chorro de aceite. Lo tapamos con papel de plata para evitar que se queme. Dejamos que se cocine durante una media hora y al sacarlo del horno lo volcamos en un vaso de batidora con un vaso de leche, un pellizco de sal y pimienta negra. Mezclamos hasta que nos quede una salsa.

A la hora de servir una u otra salsa la principal diferencia que notaremos es el color. Mientras que la primera se habrá empapado de un tono marrón, como la carrillada, la segunda tendrá un tono naranja mucho más vistoso y lucido en un plato, algo a tener en cuenta en un menú de Navidad. La primera, además, lleva otras hortalizas, la que hicimos al horno es únicamente de calabaza.

En ambos casos emplataríamos la receta en platos individuales colocando dos carrilleras por comensal y tapando la carne con la salsa. En el caso de la que se hizo en el horno puede colocarse como base de la carne en lugar de por encima.

Carrillada de cerdo guisada con puré de calabaza

Chips de calabaza

En ambos casos se puede acompañar a la carne con unas tradicionales patatas panaderas. Es una opción poco recomendable, sobre todo si se tienen muchos comensales, porque hay que prepararlas al momento de servirlas y suelen llevar bastante tiempo. Teniendo en cuenta que las carrilleras son un segundo plato nos quedan dos opciones: hacer las patatas mientras los invitados comen los entrantes y perdernos parte de la comida de Navidad o hacerlas antes y servirlas frías.

Otra opción es hacer chips de calabaza. Para ello tenemos que reservar un trozo de calabaza y hacer chips muy finas. Lo más práctico es ayudarse de una mandolina. Las c olocamos en un bandeja sobre papel para horno y las metemos habiéndolo precalentado a 180º. Apenas necesitan unos minutos, cuando estén crujientes las retiramos y colocamos junto a la carrillada de cerdo.