Disfrutar de las vacaciones de Navidad fuera de casa es cada vez más habitual para muchas familias. Bien porque aprovechen los días libres para viajar a otra localidad y hacer alguna actividad especial o porque hay miembros de la familia que viven en otro sitio y se va a visitarles. A simple vista parece una buena idea, supone desconectar de la rutina y disfrutar de la Navidad de otra manera, pero cuando se tienen niños es necesario cierta organización.
No es lo mismo movilizar a varios adultos para pasar Nochebuena o Nochevieja en otro sitio. Basta escoger dónde ir, preparar la maleta y ponerse en marcha. En el caso de que se tenga a pequeños hay varios aspectos a tener en cuenta antes de emprender viaje. Y eso supone pensar las cosas con cierta antelación.
Cómo viajar
Hay varios factores a tener en cuenta y vamos a empezar con el hecho de que en el trabajo un adulto puede tener más o menos libertad para coger días libres en las fechas de Navidad y se puede viajar cuando otros no lo hacen o aprovecharse de ofertas. Los niños han de amoldarse al calendario escolar y puede llegar a coincidir con los días de grandes desplazamientos. Si es posible intenta no viajar en días señalados como Nochebuena o Nochevieja. Así evitarás colapsos, incluso overbookings y largas esperas. Si son duros para una persona adulta, imagina para un niño. Piensa lo que sería para tu pequeño pasar la noche de Navidad en un aeropuerto esperando a un avión que no acaba de despegar.
Si vas a viajar en tu propio vehículo tienes una mayor libertad, porque no estás limitado a los horarios que te impongan otros. Para evitar atascos en la carretera olvídate de salir a media mañana, incluso después de desayunar. Adelanta tu viaje a la madrugada. Si tenéis muchos kilómetros por delante a los niños se les hará más corto el trayecto, porque irá durmiendo buena parte del mismo y no se enterará. Además, encontraréis menos atascos en la carretera y no será necesario hacer tantas paradas para ir al baño o para comer.
Qué hacer
A la hora de organizar un viaje son los adultos los que toman las decisiones y eso incluye elegir qué hacer una vez en destino. Has de hacerlo siempre pensando en que las actividades a desarrollar deberán gustarles a los niños, porque en caso contrario se aburrirán. Si esto es importante en cualquier momento del año, lo es aún más en Navidad. Igual tú quieres disfrutar de un cotillón de Nochevieja en un hotel de lujo, pero crees que un pequeño se lo pasaría bien (y por extensión tú).
En esos días hay una magia especial y no has de eliminarla de tus vacaciones. Si viajáis a otros países interésate por las tradiciones navideñas de allí y conócelas con los pequeños. Si vas a otra localidad disfrutad juntos de la decoración navideña que lucen calles y comercios, de los dulces especiales y de la programación especial que hay prácticamente en todos los pueblos de España. Ellos lo pasarán bien, pero los adultos también, porque volveréis a disfrutar como niños.
Si aún no tenéis destino al que viajar en Navidad piensa en los pequeños y busca un lugar que sepas les va a gustar y les permitirá vivir esos días de una forma diferente a como lo hubieran hecho en casa. Ir a la nieve, conocer a Papá Noel, patinar en una pista de hielo, conocer mercadillos navideños... Los niños son los protagonistas de estas fechas, y fuera de casa también.
Qué hacer con los regalos
A la hora de viajar con niños se multiplican la cantidad de cosas que hay que llevar: ropa de repuesto, juguetes, películas y libros para que no se aburran, medicamentos que necesiten, comida y agua a la que poder recurrir en cualquier momento... Pues en Navidad hay que sumar otra: los regalos. No se puede imaginar una Navidad sin presentes, incluso aunque no se esté en casa.
Seguro que cuando les plantees a tus hijos pasar estos días fuera su primera pregunta va a ser: ¿y los Reyes Magos/Papá Noel van a saber dónde estamos para traer los regalos? Así que te tocará llevar los regalos en la maleta, y con mucho cuidado para que no te los descubran. Piensa en ello antes siquiera de comprarlos, porque si son muy voluminosos probablemente no los puedas llevar.
En caso de que no quieras ir cargado -y evidenciar que llevas los regalos- puedes optar por transportar algunos, los más pequeños, y dejar los otros en casa, para que se los encuentren cuando volváis del viaje. De ese modo se mantendrá la ilusión de recibir regalos en Navidad sin necesidad de que cargues con bicicletas o videoconsolas.
Viajar en Navidad con niños puede ser una experiencia idílica, que da la posibilidad de hacer cosas diferentes en un entorno nuevo. Pero para que todo salga bien es necesario organizarlo con cierta antelación y mucho cuidado, no descuidando ningún detalle, para que el viaje sea un éxito.